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RESUMEN
Sabriye Tenberken se quedó ciega a los doce años. Su
gran interés por Tíbet la llevó primero a elaborar ella
misma un método para leer el tibetano en braille y, después,
a proyectar la construcción de una escuela para niños ciegos
en un país donde las condiciones son especialmente duras para cualquier
minusválido. En Tíbet, gran parte de la población cree
que los invidentes están poseídos por demonios, razón
por la cual esconden a los niños ciegos, sin darles ninguna educación.
Junto a una joven tibetana, Sabriye visita las regiones más remotas
del país viajando a caballo y comprueba en qué pésimas
condiciones viven los niños invidentes de Tíbet. Decidida a llevar
a cabo su proyecto cueste lo que cueste, Sabriye tiene que luchar en diversos
frentes. Debe superar las numerosas trabas burocráticas que dificultan
su labor y enfrentarse a la desconfianza, tanto la de la organización
alemana que gestiona la construcción del centro, como de la población
local. Pero a pesar de todosestos problemas, a pesar también de su propia
minusvalía, Sabriye, con el apoyo de su compañero Paul y de la
profesora tibetana Nordon, sigue luchando para llevar a buen puerto su proyecto.
“Viven en Tíbet al margen de la sociedad: son los niños
ciegos. Tienen un futuro desde que Sabriye Tenberken, que entonces tenía
26 años, llegó a su pueblo. Fundó la primera escuela para
ciegos de Tíbet. Ella conoce la importancia del estímulo y la
educación- ella misma es ciega. Sabriye Tenberken logró su propósito
de estudiar tibetología venciendo mucha resistencia. Desarrolló la
primera escritura braille tibetana e hizo por su cuenta un extenso recorrido
a caballo por la región autónoma de Tíbet para encontrar
niños ciegos, a los que se oculta o se deja atados a la cama. Entonces
no había escuelas para ellos y eso también transformó a
Sabriye Tenberken: actualmente, 26 niños viven y estudian en la institución
que fundó con su amigo Paul Kronenberg, a quien conoció durante
su viaje. Mientras tanto, los niños aprenden también tibetano,
chino e inglés con maestros nativos; hay además lugares de entrenamiento
en los que los jóvenes y adultos ciegos reciben formación en
diversos oficios. Sabriye Tenberken cuenta su aventura, que tantas veces estuvo
a punto de fracasar, con mucho humor y afecto por los tibetanos y su cultura
tan diferente. Y nos muestra que la ceguera no es ningún obstáculo – cuando
uno se lo propone, puede realizar sus propios sueños...”
MI CAMINO ME LLEVA A TÍBET es la apasionante historia real de una joven
ciega de increíble valor, que se instala en Tíbet y construye
una escuela para niños invidentes.
Sabriye Tenberken, se quedó ciega a los doce años. Desde su adolescencia
muestra un gran interés por Tíbet y sueña con la construcción
de una escuela para niños ciegos. En 1997, realiza un primer viaje
a este país, visita las regiones más remotas a caballo y descubre
las pésimas condiciones de vida de las personas no videntes. Las gentes
de la región creen que los ciegos están poseídos por demonios,
y esconden a los niños sin darles ninguna educación.
La autora inventa un método para leer tibetano en braille, toma los
primeros contactos con organismos oficiales, pero no recibe ningún apoyo.
Finalmente el dueño del orfanato de Lhasa y su hija se interesan por
el proyecto y ofrecen algunas habitaciones para la instalación de una
escuela. Sabriye vuelve a Alemania para recaudar fondos. Para recibir la ayuda
oficial del estado debe aliarse con una asociación no gubernamental,
que finalmente encuentra.
Con nuevas esperanzas vuelve a Tíbet. Comienza su escuela con cinco
alumnos, que rápidamente se muestran entusiasmados. La autora se debe
enfrentar a muchas dificultades, la asociación no manda el dinero acordado,
y Sabriye tiene que utilizar sus propios ahorros. Descubre un fraude en la
administración de sus fondos por parte del orfanato. Pero al mismo tiempo,
también recibe mucho apoyo, especialmente de Paul, un amigo holandés,
que más tarde se convertiría en su compañero sentimental.
La situación se complica, cuando el dueño del orfanato le pide
que abandone el lugar. Sabriye y Paul viajan a Alemania, donde les acusan de
malversación del dinero recaudado. A pesar de todo consiguen más
fondos y vuelven a Lhasa, donde conocen a una nueva y eficaz profesora, Nordon,
hija de una rica familia tibetana, que les invita a ellos y a los niños
a su casa. La madre de Nordon les ofrece su casa para utilizarla como
orfanato con grandes facilidades económicas.
En el invierno de 1999, Paul y Sabriye se despiden de los entonces ya once
niños y varios educadores y vuelven durante varios meses a Alemania.
Principalmente es para dar a conocer su proyecto y para conseguir apoyo económico.
Actualmente enseñan en la escuela a más de 25 personas entre
cuatro y veintidós años. Los alumnos no sólo aprenden
a leer y escribir, sino también una profesión que les asegura
su futuro. Paul y Sabriye se quedarán aún un año y medio
en Tíbet, luego su primera escuela y centro de rehabilitación
será transferido completamente a sus colaboradores tibetanos.
Ha creado la fundación Braille sin fronteras con el objetivo de construir
escuelas y talleres para ciegos en todo el mundo.
La autora no sólo relata de forma emocionante el nacimiento de su proyecto,
sino que entretiene a los lectores con las pequeñas anécdotas
sobre la vida diaria de la escuela y las historias de las vidas de sus alumnos.
Por otro lado, relata su propia experiencia como ciega y describe las dificultades
que ha tenido que afrontar y superar para su atrevida empresa. Todo esto
acompañado de unas fabulosas descripciones de Tíbet que guarda
en su imaginación.
MI CAMINO ME LLEVA A TIBET se ha convertido en un éxito tanto en su
país de origen, Alemania, con más de 80.000 ejemplares vendidos,
como en el resto de los países donde se ha publicado, Estados Unidos,
Francia, Italia, Países Bajos, Japón, Corea, Turquía y
Taiwán entre otros.
SABRIYE TENBERKEN nació en 1970 cerca de Bonn. Con doce años,
comenzó a perder la vista, a causa de una extraña enfermedad.
Estudió tibetología, sociología y filosofía. Durante
sus años universitarios, inventó el Braille tibetano. Actualmente
reside en Lhasa. Sus próximos proyectos, son un centro de formación
para adultos ciegos y la construcción de escuelas en Mongolia e India.
Por su trabajo recibió el premio Norgall del International Woman Club
y el premio Charity por su iniciativa desinteresada y ejemplar. El día
26 de febrero de 2004 recibe el premio CHRISTOPHER, premio otorgado a la persona
cuya valiente labor social ha influenciado amplia y positivamente en la audiencia.
También es autora de un libro infantil: Tashis neue Welt, ein
blinder Junge zeigt uns Tibet. (El nuevo mundo de Tashi, un niño ciego,
nos muestra Tíbet) “Una vida que marca la diferencia, una historia que merece ser leída” |